Según los psicólogos, las manifestaciones de confianza y seguridad en uno mismo están estrechamente relacionadas con el comportamiento de las personas que pertenecen a la clase social alta, con un mayor bienestar económico y un nivel educativo más alto. Este comportamiento suele manifestarse en la forma en que nos movemos, nos comunicamos e incluso hablamos. Por lo tanto, cambiar nuestro comportamiento puede crear la impresión de que tenemos un estatus social más alto de lo que realmente tenemos. A continuación, enumeramos los hábitos más comunes de las personas que pertenecen a la clase media y alta.
1. Controlan la energía que irradian.
Seguramente habrás notado cómo una persona que llega a un lugar cambia por completo el estado de ánimo de todos los presentes. La tranquilidad, la confianza en sí mismo y el interés por los demás ayudan a irradiar energía positiva.
2. Escuchan con atención.
Esto está estrechamente relacionado con la capacidad de escuchar atentamente a los demás. Esperar tu turno para responder y mantener el contacto visual son algunas de las técnicas que mejor demuestran tu interés.
3. Dejan a un lado sus teléfonos móviles.
La cortesía también incluye la capacidad de dejar a un lado el teléfono móvil en el momento adecuado. Algunos estudios incluso muestran que el simple hecho de dejar el teléfono sobre la mesa reduce el contacto entre las personas que se encuentran en la habitación.
4. Se mueven lentamente.
Algunos estudios psicológicos muestran que las personas con más poder o en puestos de liderazgo suelen moverse con calma, seguridad y muy lentamente, lo que es uno de los signos más evidentes de confianza en sí mismo.
5. Se preocupan por su imagen
Uno de los indicadores más importantes del estatus es, sin duda, la apariencia. Por lo tanto, cuidar la imagen, aunque no de forma excesiva, puede influir en la actitud de los demás hacia ti.
6. Saben guardar silencio
La capacidad de sentirse cómodo en silencio es lo que distingue a una persona de otra. En psicología, esto se suele denominar «ritmo dominante», ya que quien controla el ritmo de la interacción suele controlar también la dinámica social.
7. Hacen felices a los demás.
Las personas más sensibles y amables suelen mostrar un mayor nivel de competencia social. Crear comodidad y calidez para los demás no siempre es fácil.
En cualquier caso, la clase social a menudo no tiene mucho que ver con el nivel económico, sino que es más bien una cuestión de presencia y educación.